Existen diversos ámbitos de intervención social para los educadores y educadoras sociales. No obstante, como he mencionado más de una vez, esta profesión tan bonita no actúa únicamente cuando algo ha fallado.
Como podéis comprobar, los ámbitos que he elegido para realizar este mapa conceptual son: menores de edad, drogodependencias, igualdad/violencia de género, personas sin hogar, educación, inmigración, tercera edad, discapacidad y prostitución/trata de mujeres.
A los y las menores de edad se les debe garantizar el bienestar infantil en su sentido más amplio. Es por esto que se deben evitar situaciones de riesgo y/o desprotección. Es por esto, que existen leyes de protección al menor, existe la Convención sobre los Derechos del Niño, existen acciones y recursos para garantizar el acceso a la educación, a la salud, a los servicios sociales, entre otras cuestiones.
Las personas drogodependientes deben recibir una asistencia integral para ser motivadas a comenzar y/o continuar un proceso de deshabituación o desintoxicación. Las personas sin hogar también debe recibir esa asistencia, ya que conforman un de los colectivos con más deterioro a nivel personal. Nunca debemos olvidar que los y las profesionales de lo social somos agentes de cambio.
En cuanto a la igualdad de género, la violencia machista, la prostitución /trata de mujeres, no hay duda del sistema en el que vivimos. Un sistema patriarcal en el que la figura del varón predomina sobre la mujer. Es muy importante el movimiento feminista, es muy importante estar y ser presentes, es muy importante hacernos oír.
Inmigración, tercera edad y discapacidad cuentan con una característica en común. Son colectivos, al igual que los demás, bastante estigmatizados. A las personas que los conforman les etiquetamos, pero lo verdaderamente importante es entender que la diversidad (en cualquiera de sus formas) nos enriquece.
Por último, el ámbito de la educación. Los educadores y educadoras sociales somos profesionales que podemos intervenir en las escuelas, puesto que éstas son unas de las principales instituciones más vulnerables en cuanto a los cambios sociales que se producen dentro y fuera de ella.
Seguramente, existan muchísimos más ámbitos de intervención. Pero, por un momento, quiero que te imagines la Educación Social como una maestra, pero sin colegio y sin clase. Esta maestra se dedica a andar por la calle y a observar qué ocurre en la sociedad. Observando, se da cuenta que hay "grupos" que no se relacionan entre sí e incluso que hay personas que no pertenecen a ninguno de ellos, por lo que se le ocurre la idea de generar espacios para que dichos grupos comiencen a relacionarse y para que las personas que no pertenecen a ninguno comiencen a hacerlo.
Intervenimos desarrollando las capacidades y habilidades personales, emocionales y sociales. Conseguimos nuestra meta principal, que no es más que el individuo se integre en su medio social. 💪
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